martes, 30 de octubre de 2012

Parecidos razonables y Ministros 2012


José María Aznar y José Manuel Soria (Ministro de Industria, Turismo y Comercio)



Papá Noël y Miguel Arias Cañete (Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente)



Clint Eastwood y Pedro Morenés (Ministro de Defensa)



La Bruja de Blancanieves y Ana Pastor (Ministra de Fomento)



Chiquito de la Calzada y Luis de Guindos (Ministro de Economía y Competitividad)



Boris Izaguirre y Alberto Ruiz-Gallardón (Ministro de Justicia)



Fétido de Los Adams y José Ignacio Wert (Ministro de Educación, Cultura y Deporte)

martes, 16 de octubre de 2012

El posible referéndum catalán

Mientras en España se mantiene un duro debate sobre la independencia de Cataluña y un posible referéndum que consulte a los catalanes si optan por la autodeterminación o por la continuidad dentro del Estado español, la semana pasada se confirmó que Escocia decidirá su futuro e independencia en un referéndum vinculante a realizar en 2014. Así pues, el primer paso secesionista de facto en la Unión Europea ya ha sido dado, por lo que España ha puesto todos los ojos en las islas británicas.

La gran diferencia entre Escocia y Cataluña es que Cameron  -el primer ministro de Reino Unido- ha llegado a un acuerdo con Salmond -el presidente autónomo de Escocia- mediante el que se permite la realización de un referéndum vinculante que contenga una sola pregunta (el Partido Nacionalista Escocés quería que la consulta contuviese una segunda pregunta en la que plantear la posibilidad de permanecer en Reino Unido pero con más autonomía); mientras que Cataluña no logra ese acuerdo con el Ejecutivo español, y sin el consentimiento del Gobierno central un referéndum en Cataluña, aun sin ser vinculante, sería ilegal.

No voy a entrar en ningún tipo de reflexión de corte ideológico, ni sobre la toma de Barcelona en 1714 ni en si "ninguna región podría entenderse si no hubiera formado parte de la historia cultural y política de España". Teniendo en cuenta el cariz que está tomando el debate respecto al posible referéndum catalán, en el que el PP se pregunta "quién es Artur Mas para estar por encima de la ley", lo que más preocupante me parece no es el independentismo en sí, sino lo que significa o no "estar por encima de la ley".

Según el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia, democracia significa:
1. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
2. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.

Teniendo en cuenta que la Constitución Española reza en su Título Preliminar que "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho", el hecho de no contar con la opinión de los catalanes para decidir sobre su futuro es, cuanto menos, autoritario y antidemocrático. Así pues, lo preocupante del independentismo catalán no es su razón de ser, su viabilidad o su fundamento, sino la "ilegalidad" que supone que un pueblo que vive en democracia no pueda intervenir en las decisiones del gobierno.

Aunque la postura antiindependentista del Gobierno sea más paternalista que otra cosa (Rajoy cree que "fuera de España y de Europa se está en ninguna parte", aunque esa condición se alcance por propia voluntad del pueblo catalán), habría que tener en cuenta las peticiones de la ciudadanía, peticiones que el pasado 11 de septiembre quedaron más que demostradas en la manifestación de la Diada

Teniendo en cuenta que sin el consentimiento del Gobierno central no puede haber referéndum, pero según María Dolores de Cospedal, la Secretaria general del Partido Popular, "el futuro de  Cataluña lo decidimos entre todos los españoles", ¿por qué no se hace un referéndum a nivel nacional sobre la independencia catalana? Quizás no se haga porque no es muy típico en España eso de hacer referendos (de hecho, en 35 años de democracia solo se han realizado dos: el de permanencia en la OTAN en 1986 y el de aprobación de la Constitución Europea en 2005). Quizás porque, según la definición de la RAE, a esto que tenemos en España lo llaman democracia y no lo es.

lunes, 1 de octubre de 2012

Espejo de Madrid

El pasado 17 de septiembre la hasta entonces Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, sorprendió a toda España presentando su dimisión. Lo hizo de forma rápida, dejando a Ignacio González -su fiel número dos, que cuenta con una reconocida animadversión por parte de Mariano Rajoy- como sucesor sin derecho a réplica, lo hizo de forma concisa, algunos dicen que incluso emotiva, y lo hizo argumentando "motivos personales". Sin embargo, muchas han sido las elucubraciones sobre las causas reales que llevaron a la lideresa a presentar su cese.

El cáncer que sufrió la expresidenta en febrero de 2011 fue la razón que primero sobrevoló la mente de quienes buscábamos explicación a una dimisión tan repentina, pero la parquedad informativa que empleó Aguirre en la rueda de prensa motivó a las malas lenguas a buscar justificaciones extraoficiales, máxime cuando la intervención quirúrgica a la que fue sometida por un bulto en el pecho había sido anunciada a bombo y platillo, y esta vez la moderación fue la única protagonista.

Francisco Álvarez-Cascos atribuyó hace pocos días la dimisión de Esperanza Aguirre al recorte de 1.000 millones de euros que sufrirá Madrid en 2013, tijeretazo que considera injusto al ser la comunidad menos endeudada del Estado. Sin embargo, las malas lenguas -y no tan malas- hablan de una encendida discusión con Rajoy el 4 de septiembre en Génova, centrada en los acuerdos relativos a Eurovegas.

Por lo visto, Mª Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, se quejó al presidente del Gobierno por las promesas que Aguirre habría hecho a Sheldon Adelson -impulsor de Eurovegas y, por cierto, la persona que más dinero ha donado a la campaña del Partido Republicano de Estados Unidos-, entre ellas un sistema fiscal distinto para Eurovegas, la posibilidad de fumar en sus establecimientos y una normativa laboral particular que regulase el complejo hotelero. Así pues, se supone que Rajoy y Aguirre mantuvieron una acalorada discusión en la que el presidente le echaba en cara -con no muy buenas palabras que fueron replicadas con, según se dice, todo tipo de groserías y blasfemias- que actuase sin contar con el partido ni con él mismo, especialmente al prometer beneficios que atañen a la legislación nacional -lo que supondría una injerencia en las competencias del Estado central-.

Sea como fuere, lo que está claro es que algún motivo de peso tiene que haber para producirse dimisión tan imprevista de un personaje político tan complejo, ambicioso y único. Ministra de Educación y Ciencia en la primera etapa de Aznar, pasó a ser la primera -y única- mujer en presidir el Senado (1999-2002) hasta conseguir la jefatura de la Comunidad de Madrid gracias al Tamayazo, consistente en la deserción de dos diputados socialistas que evitaron la victoria a Rafael Simancas y otorgaron a Aguirre la presidencia de la región, aun obteniendo menos votos.

Tras la parrafada anteriormente redactada, quisiera otorgar a Esperanza Aguirre mi propia despedida -tal ahínco pongo en ella que incluso dos semanas de retraso informativo no pueden evitarla-. Esperanza, nunca un nombre fue tan irónico en la escena política, pues no ha sembrado usted más que desesperanza, desesperación e impotencia.

Usted, amante de la farándula delante de las cámaras y amante de palabras malsonantes detrás, que se jactó de ganar el pulso a Gallardón quitando al "hijo puta" -de su boca salió tan cariñoso apelativo- de Miguel Blesa de Caja Madrid. ¿Lo recuerda? Intentó usted colocar al mando de la caja a Ignacio González, su fiel mano derecha que ahora preside Madrid, pero ese pulso se lo ganó a usted Rajoy nombrando a Rodrigo Rato.

Usted, que ha convertido la televisión pública regional en TeleEspe, cadena cuyo único fin es estar al servicio de su propia persona, cadena que emite sus múltiples visitas evitando las escenas en las que pierde los nervios, cadena que somete a sus trabajadores a tal censura y desinformación que han tenido que crear una plataforma donde denunciar públicamente la coacción de sus libertades.

Usted, que tuvo que despedir a la agencia de comunicación que se encargó de su campaña electoral de 2007 porque hasta tal punto manda el inconsciente en la mente de las personas, que el eslogan rezaba: "Espejo de lo que somos", y todos supimos leer entre líneas "Espe jode lo que somos".

Usted, condesa de Murillo y grande de España -no va con sorna, son títulos nobiliarios reales-, casada con Fernando Ramírez de Haro (¡descendiente directo de Felipe el Hermoso!), propietaria de un sinfín de inmuebles y de un patrimonio tan inmenso que nunca se ha atrevido a revelar, llegó a declarar en 2006 que con el salario que percibe del erario público -que ronda los 100.000 euros anuales- no llega usted a fin de mes.

Usted, que no tiene respeto ni por los derechos más básicos de los ciudadanos, que quiere privatizar una empresa tan básica como el Canal de Isabel II aun cuando genera beneficios y la privatización no es excusa económica. De hecho, privatizar el administrador madrileño de agua supondría que los beneficios dejasen de revertir en el erario público para ir a parar a bolsillos privados.

Usted, que promovió la magnífica campaña publicitaria "Madrid necesita más agua" en 2006, a la vez que impulsó la creación de innumerables campos de golf repartiendo el pastel administrativo entre sus allegado y familiares, con el beneplácito del Canal de Isabel II -casualmente presidido por el ya varias veces citado Ignacio González, su mano derecha-.

Usted, que ha privatizado plantas de asistencia primaria en varios hospitales de Madrid, que ha cedido la explotación de los servicios de restauración de la mitad de las instituciones públicas madrileñas al Grupo  Arturo (propiedad de Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña y amigo personal de usted misma, todo un ejemplo emprendedor que tardó doce años en terminar económicas).

Usted, amante de la propaganda informativa y de la tergiversación mediática hasta el punto de presentarse a las elecciones de 2011 con una foto de cartel en la que photoshop la convierte más en una veinteañera recién salida de un after que en la sexagenaria que es.

Usted, abanderada de las privatizaciones, amiga de la polémica, enarbolada en las malas formas cuando no hay una cámara delante, mujer de carácter y lideresa indiscutible. Usted es Madrid, Madrid es de usted, Madrid es su espejo, usted es el espejo de Madrid, porque usted es Espe, y Espe jode Madrid.