miércoles, 1 de mayo de 2013

Del Día del Trabajador al Día del Trabajo

Hoy, 1 de mayo, es el día Internacional de los Trabajadores. La festividad de este día se consiguió tras mucha lucha a partir de la Segunda Internacional Socialista, celebrada en París en 1889, cuando el movimiento obrero escalaba a nivel mundial y el reconocimiento de los derechos laborales comenzaba a ser imparable, cuando el proletariado decidió conmemorar en una fecha definida el trabajo diario que levantaba la economía de los países.

Hoy, 1 de mayo de 2013, el primer Trending Topic de Twitter ha sido "Feliz Día del Trabajo", el doodle de Google está dedicado a "el día del trabajo", y en los periódicos de tirada nacional se escribe sobre las manifestaciones del Primero de Mayo, día Internacional del Trabajo.

El Primero de Mayo ha pasado de llamarse día del trabajador a llamarse día del trabajo, y en este giro lingüístico se logran atisbar los ocultos intereses doctrinarios mediáticos, que esconden la trivialización del sudor de la frente y la banalización de una clase social, que otorgan insustancialidad a una fecha  que más allá de representar una festividad, debería solemnizar el esfuerzo cotidiano que consigue levantar la economía mundial día tras día.

Decía Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de la Alemania nazi, que "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad". Aunque no en el extremo que él situaba la frase, hay que reconocer que no le falta parte de razón: "una inexactitud repetida mil veces podría convertirse en una verdad". Así pues, o comenzamos a prestar atención a las palabras que definen nuestras festividades, o el Primero de Mayo acabará conmemorando a un ente abstruso que no representa a ningún colectivo social, que no solemniza a ningún esfuerzo diario, que no homenajea a ningún trabajador.

La instauración del Día de los Trabajadores en el día 1 de mayo no es algo trivial: se impuso para reconocer la lucha que unos 200.000 obreros llevaron a cabo el Primero de Mayo de 1886 en Chicago, lucha que vestida de huelga consiguió el reconocimiento de la jornada laboral de 8 horas. 

Ahora es, quizás, el momento de reflexionar sobre esas personas que no tienen una jornada laboral de 8 horas, sobre las que hacen horas extras no remuneradas, o sobre las que a veces doblan ese límite legal sin ni siquiera derecho a réplica. Y después de confirmar que, en la actualidad, hay muchas personas que ya no saben lo que significa la jornada laboral de 8 horas (conquista social que se conmemora el Primero de Mayo), deberíamos detenernos en pensar que ya ni siquiera celebramos el Día del Trabajador, sino que celebramos el Día del Trabajo. ¿No habrá, de alguna manera, cierta conexión entre ambos hechos? Es para meditarlo.

1 comentario:

  1. ¡Bien dicho! No está de más recordarlo: aquí en Francia, los cristianodemócratas de la UMP y los ultraderechistas Front National tienen sus propios actos del 1º de mayo, estos últimos hasta utilizan este día para homenajear a Juana de Arco.
    Las jornadas de mayo de 1886 costaron varios muertos y ocho condenas, de las que cinco también fueron a muerte; es triste que compremos la tranquilidad de no acabar colgando de una soga -como acabaron Spies, Parsons, Engel, Fischer y casi Lingg, que prefirió suicidarse la noche antes- evitando ser tan indomables como ellos.
    Que todos los días sean 1º de mayo

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