miércoles, 14 de mayo de 2014

Politización mediática del asesinato de Isabel Carrasco

Por todos es sabida la labor que ejercen los medios de comunicación en la conformación de la opinión pública; y, quizás no por todos pero sí por unos pocos, es sabido el oportunismo político que se desata de las tragedias para buscar ventajas electorales. Si, además, estamos en campaña, el oportunismo electoral puede no tener límites. Supongo que es a partir de ahí donde los ciudadanos debemos precisar nuestra mirada crítica para evitar que nos tomen el pelo. Comencemos por los hechos:

- El lunes, 12 de mayo, es tiroteada en plena calle Isabel Carrasco, que además de presidenta de la Diputación de León, concejala del Ayuntamiento de León y consejera de Caja España, cuenta con un abanico de cargos que alcanza los trece -incluyendo los sectores público y privado-.
- Poco tiempo después, son detenidas Monserrat Triana y su madre como principales sospechosas del asesinato. Como móvil del crimen se barajan, principalmente, antipatías personales entre Carrasco y Triana, y hay que destacar la afiliación al Partido Popular de la principal sospechosa.
- El Partido Popular suspende los actos de campaña previstos para esa tarde. El PSOE hace lo propio, y se van sumando a esta decisión el resto de partidos a excepción de Bildu, BNG y Podemos.
- Se suceden las alusiones a Isabel Carrasco en las redes sociales, especialmente en Twitter. La gama de comentarios es del todo variada: desde condolencias hasta chistes, pasando por injurias, loas, pésames, mofas e intentos de relacionar el asesinato con diversas causas, entre ellas los escraches
- El martes, 13 de mayo, el Ministerio de Interior ordena a la Policía investigar los "bochornosos" mensajes en Twitter sobre el asesinato de Carrasco. 
- Ese mismo día, la madre de Monserrat Triana confiesa la autoría del crimen y declara a los investigadores que había asesinado a Isabel Carrasco por una "inquina personal".

A partir de los datos, es interesante detenerse en el seguimiento que se ha hecho del caso, así como en las respuestas que políticos, periodistas, personalidades y medios de comunicación han ido dando a tenor de los acontecimientos, todo ello teniendo en cuenta que nos encontramos en campaña electoral y que cualquier paso en falso podría ser decisivo.

Voy a comenzar tratando el hecho de que Interior vaya a investigar los mensajes injuriosos en Twitter por si fueran constitutivos de delito. Según la RAE, una injuria es "delito o falta consistente en la imputación a alguien de un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación". Recuerdo cuando murió Manuel Fraga, y recuerdo cuando murió Santiago Carrillo, y en Twitter no se han escrito burradas mayores para Isabel Carrasco de las que se dedicaron a  sendos nonagenarios. Así pues, y como valoración absolutamente personal, parece que al Partido Popular le importa más el prestigio de los políticos de segunda generación que el prestigio de los "padres de la democracia". Eso, o que ni Fraga ni Carrillo murieron en campaña electoral -asumiendo que las injurias a Carrillo pudieran parecerle molestas al Partido Popular, que quién sabe-.

A partir de aquí, hay que tener en cuenta que Policía y Guardia Civil, a instancias del Ministerio del Interior, buscarán "apología de delitos" rastreando la red social. En primer lugar, la investigación prospectiva (es decir, la "caza de brujas") está prohibida según el ordenamiento jurídico español -hay que dejar claro que este tipo de prácticas son más comunes en sistemas dictatoriales que en "democracias consolidadas"-. En segundo lugar, para investigar el delito de injurias y calumnias con publicidad, es requisito sine qua non que sea el ofendido quien presente querella. A mí me valen estos dos motivos para considerar abusiva la pretensión de Interior, pero Isabel Elbal, abogada especialista en Derecho penal, expone más fundamentos jurídicos que recelan de su legalidad en el artículo "Pescando en Twitter".

Una vez puesta en duda la legitimidad que pueda tener el Ministerio del Interior para emprender medidas legales contra los comentarios ofensivos en Twitter, me gustaría analizar el tratamiento que diversos políticos y periodistas afines al Partido Popular están haciendo respecto al tema, para lo cual conviene recalcar que, en todo momento, el principal móvil que se ha barajado respecto al crimen-y que posteriormente la madre de Monserrat Triana ha confirmado- es la enemistad personal entre la asesinada y las homicidas.

- Isabel San Sebastián tuiteó el martes: "El asesinato de Isabel Carrasco NO ES una venganza personal, sino vinculada al cargo. Quienes defienden los escraches que tomen nota!". Además, la periodista se ha negado a pedir disculpas por sus declaraciones en la red social. 
- Salvador Sostres, en su columna en el diario El Mundo, atacó directamente a Ada Colau como simiente del acto criminal, aduciendo que los escraches son el caldo de cultivo para los disparos. Me gustaría señalar que la PAH tenía previsto un escrache en L´Hospitalet contra Luis de Guindos el mismo día del asesinato, pero lo desconvocó "por respeto a la muerte de Isabel Carrasco".
- José Carlos Rodríguez, en el artículo "Las compuertas del Rencor" en el periódico La Gaceta, reza en la entradilla: "Isabel Carrasco era del PP. Era de derechas. Es suficiente". Cabe destacar que en el escrito se trata de soslayo -y en el último párrafo- que el móvil del crimen fue una querella personal, pero en ningún momento aparece que la principal sospechosa también era del PP y, por tanto, de derechas.
Ana Botella tildó de "lamentable" que Bildu, BNG y Podemos no suspendieran la campaña electoral tras el asesinato de Isabel Carrasco; de hecho, declaró que "también deberían haber suspendido la campaña electoral como respeto a algo que ha ocurrido que es lo suficientemente peligroso como para hacer una reflexión". Supongo que Botella califica el crimen de peligroso porque, al dedicarse ella también a la política, siente el miedo en sus propias carnes. Supongo, también, que para Ana Botella merece más respeto la vida de Isabel Carrasco que la vida de las cinco adolescentes que murieron en la tragedia del Madrid Arena -recordemos que la alcaldesa decidió marcharse de vacaciones a un spa de lujo en Portugal tras la desgracia-.
- Luis Salom, responsable de redes sociales del PP en Valencia, señaló a una viñeta de El Jueves de mayo de 2012 como germen del asesinato. En la publicación satírica se criticaba a Isabel Carrasco por haber dicho que "la población está encantada con el copago farmacéutico".

Una vez expuestos los hechos objetivos, y una vez expuestas algunas de las declaraciones, conviene detenerse en la causa de las mismas. Parece estar claro que el motivo del asesinato es puramente particular (el brazo ejecutor del crimen así lo ha confesado), que se trata de una venganza personal que diversos medios se encargan de politizar para deslegitimar la libertad de expresión -de izquierdas- y la protesta ciudadana y que, en campaña electoral, este tipo de infortunios se presentan como oportunidades políticas. Sin embargo, la realidad demuestra que ni los escraches tienen que ver, ni El Jueves tiene que ver, ni la política tiene que ver (¡Monserrat Triana también es afiliada del Partido Popular!).

Es en este punto donde el poder de los medios más me preocupa. Pienso en las personas que no tienen capacidad de contrastar la información que les llega, y me aterra pensar que el fundamento para sus votos en las elecciones europeas pueda ser la tergiversación mediática que se está llevando a cabo. Pienso en Ada Colau, y me entristece que un estandarte de la movilización -¡pacífica!- ciudadana sea comparada con una asesina. Pienso en los movimientos sociales, y en cómo cualquier excusa, incluso las rencillas entre miembros del PP, son utilizadas para criminalizarlos. Y, especialmente, pienso en todas las declaraciones injuriosas que el entorno del Partido Popular está vertiendo sobre los escraches, sobre los usuarios de Twitter, sobre la protesta ciudadana y, en definitiva, sobre todo lo que no le es afín. ¿Por qué el Ministerio del Interior no emprende medidas legales contra ellos? Porque recordemos que, aunque formado por miembros del PP, el Ministerio del Interior no es un organismo al servicio de un partido, sino de todos los españoles.

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